14 de mayo de 2008
En España existe el derecho a la huelga, por supuesto. Así es y así debe ser. Pero, moralmente, no habría sitio para presentar la verdad mermada, especialmente cuando lleva a equívocos. Me explico:
Se ha convocado, por parte de un grupo de profesores y algún sindicato, una huelga, legítima, en protesta por la desaparición de 1 hora de Historia en 2º de Bachillerato, concediéndose esa hora a la asignatura de Religión. Hasta ahí, como digo, es legítima la protesta, pues cada cual defiende lo que es suyo. Lo que no se cuenta es que la asignatura de Religión no gana hora alguna: símplemente es desplazada la hora que se imparte en 1º de Bachillerato al curso 2º.
Lo malo de todo esto viene cuando se pretende la ocultación de toda la verdad aprovechando la polémica que siempre genera la Religión. Y a ésta, al menos por el momento, no se le regala nada. Bien al contrario, se le resta una hora en 4º de ESO, y nadie dice nada al respecto.
A los Departamentos de Ciencias Sociales, además, les están llegando horas de otras asignaturas de nueva implantación: Educación para la Ciudadanía, etc., y nadie alza la voz por ello.
Yo, personalmente, me alegro de que tengan más horas. Cómo no lo iba a hacer, si es trabajo para compañeros míos que van a tener mayor facilidad para completar horarios. Pero creo que se tendría que abandonar, desde algún sindicato y desde algunos compañeros, el discurso trasnochado y rancio que se ceba con la Religión por el simple hecho de tener alguna especie de odio feroz hacia todo aquello que huela a Religión (cristiana y católica, para más señas, que de las demás, no sé si por acojono o por indiferencia, no se dice prácticamente nada en contra).
Me gustaría, además, que se emplearan mayor insistencia y trabajo en los asuntos más importantes, que, por desgracia, no dan tanta foto y tanta pancarta bonita: el estado de la Educación, la disciplina (no tiranía) en el estudio, los objetivos más importantes y fundamentales de la Educación, la calidad de la enseñanza, la realidad de lo que se aprende, etc...
En fin, espero que todo esto vaya a mejor. Creo que en eso coincidimos todos, aunque lo de ir a mejor sea tan relativo que se apunte en direcciones muy distintas. Aun así, si hay que luchar por la mejora, que se cuente conmigo; pero para la mejora real, no la de la foto bonita en algún periódico. Y todo esto, de verdad, con todo el cariño del mundo.
Con la venia de laicistas y rebotados varios.
2 comentarios:
Hola Héctor, soy tu amigo y después compañero, Juanjo de Matemáticas. Quiero que sepas que me ha encantado tu artículo. Es claro, directo y con la moderación que te caracteriza. Quiero que sepas que estoy de acuerdo contigo y tienes mi apoyo, aunque sólo pueda ser moral, porque no sé de qué otra forma pudiera ser. Un abrazo. Juanjo.
Héctor, llevo 20 años trabajando para la administración educativa. He visto de todo, pero lo que más me sorprende es la incultura, la desfachatez, la dictadura, el fascismo y la hipocresía que se ve en algunas personas que se llama a sí mismos educadores. Estos "infraser" no saben ni de lo que hablan, pero eso sí..., ¡son políticamente correctos!. Que pena me da el que profesores, educadores, docentes..., pongan por encima de la libertad del individuo a tener una información "objetiva" sobre la Historia (con mayúscula HISTORIA) lo que ideológimanente está ahora de moda: el "pijoprogresismo". Sí, son los "proges" de los 80 pero reconvertidos a "pijos" de los 90...,cojonudo..., ¡las vueltas que da la vida!. Hoy en día es más necesario que nunaca lo que dijo Bakunin (vosotros "pijoprogresistas"...¿ sabéis de quién hablo?): "El placer de destruir está en que luego hay que empezar a construir". ¿Lo pilláis "pijoprogresistas"?.
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