EL DINERO NO SE PUEDE COMER.

16 de junio de 2008

Sólo cuando el último árbol haya sido cortado; sólo cuando el último pez haya sido pescado; sólo cuando el último río haya sido envenenado. Entonces, nos daremos cuenta de que el DINERO NO SE PUEDE COMER.

Cáritas Europa y otras tres organizaciones cristianas denuncian la directiva de la UE sobre retorno de inmigrantes

Cáritas Europa, la Conferencia de Iglesias Europeas, la Comisión de Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea y la Comisión de las Iglesias Europeas para las Migraciones, han expresado, de manera conjunta, sus reparos a la propuesta de la Directiva de la Unión Europea “sobre normas y procedimientos comunes para el retorno de los nacionales de terceros Estados en estancia irregular”.
Las organizaciones firmantes, que representan a Iglesias de toda Europa --anglicana, ortodoxa, protestante y católica— y a organizaciones cristianas especialmente involucradas en la defensa de los derechos de los migrantes y refugiados, reconocen en la carta “la dificultad de alcanzar un compromiso sobre un tema tan controvertido entre los Gobiernos de los 27 Estados miembros y los miembros del Parlamento Europeo”, además de valorar “los cambios introducidos en la última redacción acordada por el Comité de Representantes Permanentes de los Estados miembros en lo que respecta al acceso a la asistencia jurídica gratuita”.

Está claro que, gracias a Dios, las Iglesias de Europa y el resto del mundo no hacen caso a aquellos que se forran con la política y afirman que "la Iglesia no puede salir de la sacristía". Éstos, sin embargo, no dicen alto y claro las causas de la inmigración: el hambre, la miseria, la corrupción política, la guerra y la esclavitud a que se ven sometidos estos hombres y mujeres que huyen despavoridos. ¿Será que se acojonan para decirlo o es que tienen algún interés en ello?



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JUGARSE LA VIDA PARA IR A LA ESCUELA

11 de junio de 2008

En Sahlumbe, un poblado perdido en Sudáfrica, 150 niños han de ir a la escuela que se encuentra frente al poblado. El problema viene cuando para realizar esta maniobra hay que atravesar un río en neumáticos hinchados o, incluso, en cubos. Este problema es el menor; el mayor es que ese río está repleto de cocodrilos. Es decir: ir a la escuela supone jugarse, todos los días, la vida. Y, aun así, los niños de este poblado hacen todo lo posible por ir a clase, y sin quejarse.
Mientras, en Suances, como en toda España, muchos padres justifican la ausencia de sus hijos a clase porque están cansados, no tienen ganas o hace mucho frío. Aquí, lo más peligroso a atravesar es un paso de cebra. En fin: las justificaciones más absurdas para un derecho y un deber que es, realmente, un privilegio (está claro que lo es cuando la alfabetización de todos los africanos es un reto y el acceso a las primeras letras está vetado a la mayoría).
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